La manera en que vivimos, trabajamos y consumimos ha cambiado dramáticamente en la última década, especialmente con la irrupción digital y la masificación de los smartphones. Hoy estamos hiperconectados a través de redes sociales y plataformas que han abierto nuevas formas de trabajo y generación de ingresos. Estas nuevas oportunidades de empleos flexibles y temporales, han dado nacimiento a una nueva economía colaborativa, la “Gig Economy”: sistema de libre mercado en el cual organizaciones y profesionales independientes participan de acuerdos de trabajo de corto plazo, coordinándose de manera directa a través de la tecnología. Compañías como Uber, Cornershop o Freelancer actúan como medio tecnológico a través del cual miles de trabajadores independientes encuentran un trabajo temporal y son remunerados por un empleo proyecto específico.
La “Gig Economy” no es nueva ya que por décadas las personas han trabajado de forma independiente en proyectos temporales, Sin embargo, en los últimos años ha tenido una expansión significativa. En este contexto, datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) del 2016, señalan que la tasa de empleo independiente en Chile con relación al total de ocupados, asciende al 26,5%, el cuarto nivel más alto del bloque después de México, Turquía y Grecia. Datos del INE revelan, además, que entre 2015 y 2018 el empleo por cuenta propia creció en mayor proporción que el asalariado, entre 2018 y 2019 ambos crecen por igual, y luego en 2019 el trabajo por cuenta propia ha vuelto a crecer por sobre el empleo asalariado. La encuesta octubre-diciembre 2019 de INE revela que el empleo asalariado creció en 0,7%, mientras que los por cuenta propia aumentaron un 4,7%.
La economía colaborativa es todavía una categoría de trabajo poco definida por las políticas públicas chilenas, sin embargo, la “Gig Economy” continúa creciendo e influenciando la manera en que los chilenos perciben el trabajo, lo cual impone una serie de desafíos para nuestro país. En primer lugar, se necesita un cambio de mentalidad en el trabajo y en lugar de empleos tradicionales a tiempo completo y para un solo empleador, muchos trabajadores desean la flexibilidad, libertad y satisfacción personal que un trabajo temporal puede ofrecer. En segundo lugar, se requiere de una legislación laboral moderna y flexible que acoja a la creciente demanda por una economía colaborativa.
En LabLab reconocemos esta tendencia, por lo que hemos desarrollado LabLab Asesorías, un mercado de trabajos temporales que conecta a ejecutivos en transición laboral con empresas que necesitan de un profesional experto de forma transitoria para resolver problemas específicos. A través de LabLab Asesorías, los ejecutivos acceden a nuevas oportunidades laborales, redes de contacto y generación de ingresos durante el periodo de transición laboral. Las empresas por su parte acceden a talento, conocimiento y experiencia de primer nivel, de manera rápida y a un menor costo, lo cual es muy conveniente cuando el proyecto o desafío no justifica la contratación de una persona a tiempo completo.